El bronce es la primera aleación de metales que hizo el hombre. Se consigue mediante la mezcla de dos metales, el cobre y el estaño, en proporciones variables en función del resultado deseado.
La aleación que da como resultado el bronce, consiste en mezclar cobre con estaño en un horno de carbón. Con el calor generado ambos metales se fundían y se aleaban con una proporción de entre el 5 y el 10 % de estaño.
El pulido, que tiene su origen en la palabra latina «politus, consiste en lustrar y alisar una cosa, a embellecer, engalanar y optimizar un objeto.